El colegio Ana María Navales de Arcosur centró las miradas del primer día lectivo entre obras de última hora. Las quejas, a pocos días de las vacaciones de Navidad, están lejos de terminar. El Consejo Escolar ha difundido una carta pública para pedir una nueva reunión con el Gobierno de Aragón y, según fuentes del Departamento de Educación, podría tener lugar el próximo martes. La DGA ha dado un ultimátum a la empresa responsable, mientras del otro lado impera el malestar porque la infraestructura está “inacabada” y en estos primeros meses se han impartido clases sin garantizar las condiciones para profesores y alumnos.
En su extensa lista de reclamaciones, la comunidad educativa del centro hace referencia a “aulas sin suelo, falta de cristales o puertas, cables sueltos y un largo etcétera de despropósitos”. “Un verdadero riesgo para los niños y adultos que compartimos el espacio”, insisten. Respecto a situaciones concretas, señalan que la separación de aulas “sin puertas ni cristales” hace el ruido “insostenible” y que los trabajos de los albañiles llenan todo de polvo, que se mantiene incluso durante el horario lectivo. “Varios docentes tuvieron que ir al médico por problemas respiratorios”, añaden, a raíz de esta cuestión.
Asimismo, denuncian que un niño sufrió “un corte en la mano” como consecuencia de un perfil metálico que se encontraba en el suelo. A estas molestias se suma, según los representantes del colegio, la presencia de goteras, el no poder utilizar “completamente” el sistema de calefacción o la poca “seguridad y vigilancia” que aprecian el claustro, equipo directivo y AMPA. Además, argumentan que este mes han llegado los últimos materiales que debían estar en septiembre.